martes, 22 de noviembre de 2016

9 Grados de Humillación Bdsm


Humillación BDSM

Los grados de humillación en el BDSM son la demostración evidente de la diversidad que existe en esta cultura, donde ningún grado es mejor o peor que otro, porque todos los niveles de sumisión BDSM son respetados por igual. Sin embargo es importante señalar que la honestidad a la hora de definirse en un grado u otro es esencial a la hora de encontrar pareja de juegos. No hay mayor frustración para un Dominante que comprobar que el esclavo duro que tiene delante en realidad solo es un sumiso novato. He conocido esclavos concienciados que luego han reconocido ser solo sumisos y también he conocido sumisos curiosos que en realidad son esclavos expertos. Repito que todos los niveles de humillación BDSM son igualmente respetables si detrás de cada uno de ellos prevalece la honestidad y la sinceridad con uno mismo.

Aunque se suele utilizar la palabra sumiso y esclavo para designar un mismo rol dentro de una relación BDSM, existen sin embargo diferencias notables entre ambos. Pero dentro de los sumisos y los esclavos existen asimismo distintos grados de humillación BDSM. Cuando un sumiso dice: “Quiero ser tu esclavo” a veces solo quiere decir que quiere ser follado de forma salvaje y sin delicadeza. En el otro extremo hay gente que quiere existir sólo y únicamente para el uso y placer de su Amo. Entre estos dos extremos existen muchos matices.

Intentaré establecer una relación de grados de humillación BDM en base a una graduación que encontré en Internet hace algunos años. Estos niveles no son estables ni estancos, de hecho, las fronteras entre cada uno pueden resultar ambiguas, y algunos tal vez deseen situarse entre dos niveles distintos o tomando elementos de dos o más niveles de sumisión. En este sentido quien hoy está en un nivel bajo es probable que mañana esté, si ha sido entrenado convenientemente, en un grado más elevado de estos 9 grados de humillación BDSM que expongo a continuación.

A.  GRADOS DE HUMILLACIÓN BDSM “SEMI-SUMISO”

1.    Masoquista, no sumiso.

No cede el control
No busca la humillación, aunque tenga que ofrecerla para conseguir el dolor
Busca su propio placer físico solo en sesiones aisladas
Establece limites en función de su propio placer
No encuentra goce en la servidumbre, la humillación o la cesión de control. Sin embargo le gusta experimentar dolor incluso en niveles intensos. Es masoquista en el sentido más puro del término. El dolor no constituye un instrumento de poder para sentirse humillado por un Dominante sádico, sino que es un fin en si mismo. El masoquista no sumiso, a veces, recurre al entorno BDSM para satisfacer su necesidad de sentir dolor, pero en este caso es el Amo quien está al servicio del masoca. Dentro de los grados de humillación BDSM es aquel que más alejado está de la sumisión.

2.    Falso sumiso, no esclavo

No cede el control
Busca una humillación suave.
Busca su propio placer físico solo en sesiones aisladas
Establece limites en función de su propio placer
Está lejos de querer jugar a ser un esclavo, pero puede gustarle experimentar sentirse inferior a través de juegos como maestro-alumno, padre-hijo, padre-bebé, travestismo forzado. Situaciones que impliquen humillación y obediencia, pero no servidumbre (incluso dentro del juego) En gran medida dicta las normas de la representación, y por esa razón no se considera sumiso.

B. GRADOS DE HUMILLACIÓN BDSM “SUMISO”

3. Falso sumiso, esclavo de juego

No cede el control
Busca una humillación media pero controlada por él
Busca su propio placer y eventualmente el placer del Dominante
Establece limites en función de su propio placer
Le gusta jugar a ser un esclavo pero en ningún momento cede el control aunque sea temporalmente. Le gusta sentirse inferior e incluso puede llegar a encontrar cierto placer en sentirse usado mientras satisface el sadismo (controlado) de su compañero de juego. Puede llegar a servir las necesidades del Dominante pero solo en los términos establecidos por el esclavo. Aunque sus fetichismos sean de humillación, como adorar pies, le gusta dirigir la escena y hacerlo solo cuando le place.

4.    Verdadero sumiso, no esclavo

Cede el control temporalmente en sesiones aisladas
Busca una humillación media, a veces profunda
Busca su propio placer físico además del placer del Dominante
Establece imites en función de su propio placer o su capacidad de entrega.
Cede el control realmente, pero solo de forma temporal y dentro de los límites establecidos. Encuentra su placer sabiendo que no tiene el control de la situación, le excita el suspense y sentirse vulnerable y a merced del Dominante. Se deja hacer pero exige su propio placer además de buscar el placer del otro. No dirige la escena en términos generales pero tampoco su objetivo principal es ser usado para satisfacer al Dominante. Dentro de los grados de humillación BDSM éste sería el verdadero sumiso.

C. GRADOS DE HUMILLACIÓN BDSM “SEMI-ESCLAVO”

5.    Verdadero sumiso que hace de esclavo

Cede el control temporalmente en sesiones aisladas
Busca una humillación media, a veces profunda
Busca su propio placer físico además del placer del Dominante
Establece pocos límites en función de su propio placer
Cede el control de forma real, pero solo temporalmente dentro de sesiones y con pocos límites. La ausencia de límites es lo que diferencia este grado de humillación del anterior. Alcanza su satisfacción sirviendo y siendo usados por su Amo, pero solo con fines de diversión, normalmente eróticos. Puede gustarle el dolor o no, pero si lo hace es con el dolor de forma indirecta, un dolor erótico mientras se siente objeto de su compañero sádico pero con pocos límites y exigencias.

6.    No comprometido a corto plazo, pero más que semi-esclavo de juegos

Cede el control temporalmente, no solo durante las sesiones
Busca una humillación profunda
No busca su propio placer
No establece límites en función de su propio placer
Cede el control realmente, sin límites y aunque sea de forma temporal no se limita necesariamente a la duración de la sesión. Quiere servir y ser usado por su Amo y desea ofrecer servicios prácticos, ya sean eróticos o no, pero solo cuando está de humor y no solo cuando es requerido por el Dominante. Puede incluso actuar como un esclavo a tiempo completo pero durante un periodo de tiempo negociado y determinado, guardándose la posibilidad de abandonarlo en cualquier momento a al final del tiempo acordado. Pueden pasar periodos de tiempo largo sin que decida ofrecer ningún tipo de servicio. En este grado de humillación BDSM, el esclavo es quien decide en última instancia cuándo se someterá y durante cuánto tiempo.

D. GRADOS DE HUMILLACIÓN BDSM “ESCLAVO”

7.    Esclavo a media jornada, pero verdadero

Cede el control sintiéndose propiedad de forma permanentemente con límites
Acepta una humillación profunda e intensa
Solo busca el placer de su Amo
Solo establece límites en los periodos de entrega, no en la dominación
En este grado de humillación existe un compromiso adquirido dentro de una relación Amo / esclavo. El esclavo se considera como una propiedad del Dominante en todo momento. Sabe que su función es obedecer y complacer a su Amo en todos los aspectos de su vida, eróticos o no. Dedica la mayor parte de su tiempo a otros compromisos para él esenciales como el trabajo o la familia, pero su Amo es la prioridad en su tiempo libre. Conozco esclavos atrapados en relaciones de pareja vainilla que podrían clasificarse dentro de este grado de humillación BDSM.

8.    Esclavo a jornada completa

Cede el control sintiéndose propiedad de forma permanente
Acepta una humillación profunda, intensa y continuada
Solo busca el placer del Amo
No establece limites en la dominación del Amo
Con apenas límites o exigencias, el esclavo solo vive para el placer del Amo. A cambio, el esclavo espera ser considerado como una posesión valiosa, y para algunos de una forma no muy diferente al ama de casa tradicional. De acuerdo con la cultura BDSM, esta posesión es totalmente consensual y acordada de forma explícita (a veces a través de un contrato) por lo que se tiene más consciencia, por ambas partes, de los posibles riesgos que una relación de propiedad conlleva. Todos los aspectos de la relación están negociados desde la absoluta libertad de ambas partes y en este sentido se trata de un vínculo más poderoso y enriquecedor que cualquier matrimonio tradicional.

9.    Esclavo total sin límites

Cede el control de forma absoluta sintiéndose propiedad de forma continua
Acepta una humillación profunda e intensa de forma permanente
Exclusivamente busca el placer del Amo
No establece ningún tipo de limites en la dominación del Am
Este último grado de humillación BDSM tal vez se corresponde más con una fantasía que con una posible realidad. Existen sociedades religiosas o regímenes militares donde puede exigirse este tipo de entrega absoluta sin límites, pero no de una forma consensual desde la libertad individual, sino desde la manipulación y el abuso de poder. Es verdad que algunos esclavos pueden sienten dentro de este grado de humillación, pero un esclavo nunca debe perder su objetividad ante la falta de responsabilidad y seguridad de su idolatrado Amo. Cómo en aquella película de Lubitch, si el Fürer te ordena tirarte de un avión sin paracaídas, ¿el esclavo lo haría? Como ya he dicho muchas veces, todo lo que no es sano, seguro, y responsable no es BDSM.

¿En qué grado de humillación te encuentras?

1. Masoquista, no sumiso
2. Falso sumiso, no esclavo
3. Falso sumiso, esclavo de juegos
4. Verdadero sumiso, no esclavo
5. Verdadero sumiso que hace de esclavo
6. No comprometido a corto plazo, pero más que semi-esclavo de juegos
7. Esclavo a media jornada, pero verdadero
8. Esclavo a jornada completa
9. Esclavo total, sin límites